El arte del Bienestar

El Bienestar se ha ido conviertiendo en arte con el paso del tiempo. No es que sentirse bien con uno mismo no sea reconfortante pero a hoy en día puedes combinar el descanso y el deleite en una experiencia. 

¿A quién no le gustaría un masaje con oro, un baño de cerveza o chocolate o dormir con una obra de arte para que vigile tus dulces sueños?

Hoy os enseñamos algunos de los hoteles madrileños donde podrás disfrutar con mucho arte.

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Empezamos la ruta en el Four Seasons, que reúne más de 1.500 pinturas, esculturas y fotografías entre los siete edificios que componen el hotel, que pueden visitarse concertando una cita en corsejería. De nutrir al hotel de arte se encargó la comisaria Paloma Fernández-Iriondo, que reflejó la historia del siglo XIX de esos inmuebles, "honrando también al siglo XXI al mostrar el compromiso con la comunidad local de hoy". Así, apostó por crear una colección que fuera "excepcional" en concepto y calidad, «yuxtaponiendo lo antiguo y lo moderno". Su objetivo era convertir al Four Seasons en una plataforma para fomentar la creatividad española emergente, para lo que organizó un concurso en las escuelas de Bellas Artes de Madrid, Málaga y Sevilla.

El Roosewood Villa Magna, en pleno Paseo de la Castellana capitalino, suma una colección de 380 obras. No en vano, el edificio es una referencia en sí mismo a la arquitectura, el arte, la cultura y el diseño de España, que puede descubrirse a través de los patrones, los tejidos, los materiales y la paleta de colores tanto de las habitaciones como de los espacios comunes. Allí se cuelan las piezas seleccionadas por la firma británica ArtLink, experta en arte contemporáneo. Algunas recuerdan a las personalidades que recorrieron este antiguo Palacio de Anglada como el propio Juan Anglada y Ruiz y el Marqués de Villamagna, presentes en el bar Tarde.O.

Otro hotel con su propia colección privada es la del VP Plaza España Design, que aglutina alrededor de 300 obras originales realizadas por más de 12 artistas. Están repartidas por todas las estancias: de las habitaciones a las salas de eventos o reuniones, pasando por el spa o el Ginkgo Restaurante & Sky Bar. La más reconocida es The Waterfall, una impresionante cascada cinética de más de 25 metros de altura -está considerada una de las esculturas interiores más grande de Europa-, creada en exclusiva por el español Pere Gifre.

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Eso sí, estas experiencias no tienen pinta de adaptarse a todos los bolsillos.

Fuente: elmundo.es