Las obras de arte, un reto para cualquier empresa de transporte

Existen en nuestro país empresas de transporte muy especializadas en la manipulación y el transporte de obras de arte de un altísimo valor patrimonial de un lugar a otro: para una muestra temporal en un museo o galería diferente al habitual, para realizar tasaciones, labores de restauración y limpieza o para una subasta o venta, por poner algunos ejemplos.

Los embalajes se confeccionan a medida y se adaptan perfectamente a cada una de las obras de arte.

Las personas que se encargan de la manipulación han sido seleccionadas y entrenadas específicamente para esta actividad.

Los vehículos que se utilizan para este tipo de transporte son isotermos y están provistos de una carrocería con blindaje especial, alarma antirrobo en compartimento de carga y en cabina, dispositivo para extinción automática de incendios, aire acondicionado, control de humedad y sistema especial de suspensión y frenado.

Durante el transporte, la obra en cuestión está sujeta a unas medidas de seguridad y protección distintas a las que la protegen mientras permanece estable en las instalaciones de un museo. Suele ser un momento especialmente delicado y requiere rutinas y protocolos de transporte y seguridad especialmente diseñados para la ocasión. Además, en muchos casos, el delicado estado o las características de la pieza exigen determinadas condiciones de temperatura, humedad, ausencia de vibraciones, etc. durante el transporte.

Cada obra de arte es diferente, por lo que la empresa de transporte debe diseñar un escenario distinto en cada ocasión.

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